martes, 19 de julio de 2011

Mi estancia en un país bisexual

Nací aquí, en este país, en esta isla, sin ni si quiera habérmelo consultado o explicado. Es esta misma isla, la que me ha criado en confusión, sin razón; en donde nada es nuestro y no somos de nadie. Es esta, la que no sabe si es latina o es gringa; que no habla buen español y mucho menos buen inglés, que no sabe si es nación o es estado, la que no sabe decidir, que no sabe lo que es. Esta, la que se avergüenza de ser alguien, la que espera a que hagan algo por ella en vez de actuar. Que no tiene fuerza, que no tiene carácter y lo peor de todo, es que quienes la habitan (la mayoría), piensan que está bien.


En estos momentos siento rareza, pereza, destreza, no sé qué hacer, no sé qué decir, solo siento pobreza, pobreza de alma, de sentimiento, de cultura. Porque nada es auténtico, porque nada es nuestro, solo las esperanzas de ser alguien, pero no saben quién. Es que, luego de explorar, de sentir esa América, la que fuimos un día, a la cual deberíamos pertenecer, pero, hay algo que nos aleja, que no nos la deja conocer. Descubrí que es más, mucho más de lo que nos han hecho creer, que me siento diminuta, que me siento que no soy y que quiero ser. Pero, a la misma vez ronda la confusión; luchar o escapar, anhelar o vivir, soñar o sentir.

Este país necesita q le quiten las gríngolas, las vendas, la ignorancia... necesita vivir, sentir, ser...
increíble lo q hace una latitud, un continente, un gobierno...


PD - El término bisexual me pareció el adecuado para la situación, nada personal.

Por: Ana Medrano

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